miércoles, 3 de junio de 2020

Entre persistir y dejar ir

En estos días de tanto dolor y pérdidas,
me aferro al aprender de todo.
Si son tiempos de crisis y desasosiego
¿qué luces puedo advertir? ¿Qué señales oír?

Sé que son tiempos de cuidado. A unx mismo, a quienes ama.
También son tiempos de dejar ir a quienes se van.
¿Cómo soltar cuando hay tanto depositado en el otro? Tanta memoria, tantos sueños.

"Si tú has decidido irte, yo tengo que aprender a dejarte ir"

Entonces, el duelo, la ausencia, los miedos que llenan los espacios vacíos
como fantasmas de caricatura de casa embrujada

Pero yo no soy cobarde y sé que puedo mirarlos a los ojos,
Ahuyentarlos con el poder de mi determinación.

Quiero ser feliz, quiero el amor, quiero la ternura, quiero el respeto, quiero el cuidado.
Ya suficiente dolor hay por el virus, como para sumarle desamor a la vida.

Tengo la certeza de haberlo dado todo,
de haber sido la mejor versión posible de mí misma
Todo lo que venga, debe ser consecuencia de ello.
Y la claridad de lo que merezco debe guiar mis pasos, al igual que la abuela María.

No soy mártir ni santa. Soy solo alguien que necesita en su vida altas dosis de calidez y coherencia.

sábado, 25 de abril de 2020

Cuarentena de más de 40 días

Una página en blanco.
Las calles vacías.
La mente sin rumbo fijo

Quisiera que de la quietud surja la lucidez…
Le temo tanto al transcurrir en vano.

Si los días son todos iguales y no hay nada certero a la vista
¿De qué me sujeto para no caer en el vacío?

Tanto tiempo para pensar me paraliza
Me pasma el no tener nada entre manos

Extraño ver cuerpos que se abracen, se sostengan, se transformen en puentes.
Extraño ver el brillo en los ojos de los jóvenes con los que sueño proyectos futuros
Extraño el sin fin de las voces familiares, siempre alertas a recordar y dar.

Tengo tanto, pero no deja de angustiarme la carencia.
Agradezco el amor tan presente y los desafíos que me conectan a lxs otrxs,
Pero también reconozco el miedo y la pena que brotan de mí en días como hoy.

Una vez más, pido a Dios que me guíe, que me permita identificar mi camino.
Si tiene flores, corazones alegres y rebeldes, sonrisas contagiosas y ternura, sabré que es el correcto.

viernes, 7 de junio de 2019

Una vez más, el invierno

Conozco la plenitud y el desengaño,
La dicha y el quebranto.
En invierno me visitan las dudas
se cuelan entre la neblina y las ausencias.

Tengo miedo de estar aferrándome a mis propias trampas
Trampas que cuido como si fuese una madre esmerada y culposa.

Si es tan evidente la imposibilidad ¿por qué me aferro a ella?

Aquel por el que escribía ayer, sigue provocando mis dudas.
Su ambigüedad hiere, su poco deseo aterra.
¿A qué se aferra él si su ser no responde al amor?

Tomé como diario a ese que siempre hizo brincar mi corazón.
Lo convertí en repositorio de caprichos, miedos y egoismo.
¿Tendré todavía la oportunidad de atravesar el tiempo y el espacio hasta llegar a él?

El tiempo y el espacio...
...Espero que jueguen a mi favor.

miércoles, 15 de agosto de 2018

A través de las palabras...

Este es un lugar que sólo ocupo cuando la pena no me deja ser, cuando siento que me alejo de mí misma.
Mi diario de papel es más cálido y contenedor.
Pareciera que recurro a esta pantalla fría cuando necesito mirarme en el espejo de la miseria.

Sé que escribo para transformar lo que siento en algo que me dé señales y me aliente a seguir avanzando, para sacarlo de mí,  mirarlo, aceptarlo, sonreírle y encontrarle un lugar, de vuelta, en mi corazón, pero en el que ya no se sienten tan punzante y pesado.

Eso acaba de suceder ahora y, aunque sé que esa presencia ausente que me entristece sigue ahí, sé que puedo disfrutar de lo simple de la vida para volver a mí y al amor universal.



lunes, 23 de julio de 2018

Para liberarnos

Confío en mi voluntad y en la divina,
Pero también es necesario registrar y procesar la pena.
Está aquí, por momentos se disfraza y se pone a bailar.
Pero por otros se echa a mi lado a recordarme su presencia,
dejando sentir la ausencia del que ya no está.

Quiero conservar esa risa a mi lado. Perdonar cualquier daño y caminar hasta el infinito.

Pero hay más fuerza en el mundo que mi deseo.
Fragilidades, culpas, miedos e inseguridades que juntas pesan.

Deseo el bien y la dicha para ti y para mí.
Todas la velas prendidas para que de la tormenta del dolor surjan flores nuevas.

Quisiera poder dejarte ir sin que el corazón se desgarre.
Quisiera poder seguir creyendo que somos una montaña que sobrevive a los cantos rodados.
Pero pasan los días, eternos días! y la distancia crece.

Con conciencia de la irracionalidad, mi corazón decide amarte por siempre.
Te guardo en ese lugar cálido y luminoso en el que viven todos aquellos por los que un día sonreí de ilusión y que siguen siendo parte de mí.


 

Amor apu


[Escribí esto para Augusto. Ya no estamos juntos y la pena es grande. Pero hay que mirar atrás con gratitud y hacia adelante con esperanza]

Decido caminar contigo, atravesar cordilleras, subir pendientes
para abrirnos paso como un manantial que enverdece el valle de nuestros cuerpos. Decido sentirte como se siente la lluvia y el viento, zambullirme en el lago de tus sueños, espantando- en cada aliento- los miedos que soplan al oído.
Decido confiar en tu sonrisa y refugiarme en tu abrazo. Señalar a la luna, darte la mano y dar pasos hasta que el alma se canse de tanto sonreír.
Decido escucharte fascinada al contarme tus sueños, tan tuyos y- por lo tanto- tan realmaravillosos.
Decido que cada día sea un dibujo que invite a un viaje sorprendente, una melodía que abrigue tiernamente y una danza que acabe en tus brazos.
Decido por la emoción que los apus me regalaron comenzando el año y que quedará en mí toda la vida.  

PCV
5/5/2018

domingo, 15 de abril de 2018

Una despedida es el inicio de algo nuevo

Cuando toca atravesar la pena
La fe ilumina
Para hacerse fuerte sin dejar de confiar
Para abrazar los recuerdos y agradecer lo vivido.

Llorar cuando haga falta y sonreír ante lo simple,
porque la vida siempre se abre paso.

Mirar hacia adelante con ilusión, con los brazos abiertos y curiosidad de niña.
Llorar cuando haga falta regar el corazón.